A veces es necesario hasta frenar un poco, retroceder, llorar los
amargos recuerdos, volver
y saber que todo siguió adelante: La escuela, los amores,
la cocina te sigue gustando y hasta esa chica insoportable que no deja de correr atrás
tuyo como una imbécil me hace sentir que todo sigue bien, y que puedo reír, SÍ PUEDO REÏR.