Cualquier naranja es naranja y todo humo me
hace mal. Puedo formar una galaxia cuando me duermo, más nunca seré astronauta
sabes? No me decidí a planear cuando estaba acostada en esa cama de hospital y
no lo haré ahora que quiero volver. Nadie entenderá, ni los más hermosos poetas que me
rodean, entender por qué ya no parece tan dramática esas horas de muerte, las
lagrimas se volvieron para mí una lluvia de las que caen con sol, pero nadie se
desespera por buscar el arcoíris; será que todos cayeron en el pozo, ese del que tanto se habla, el de
la negación. No pasa un día en el que no me recuerdo pidiendo por favor
unas gotas de agua, acordándome de esa enfermera, que aunque perdí su rostro me
acuerdo de sus palabras diciendo “No puedo darte más, PERDÓN”, todos lloraban viéndome.
Aún hoy, a veces siento ese dolor, el de un áspero y maldito destino agujereándome
el abdomen. Después de tanto tiempo alzo mi frente y no digo más que GRACIAS
QUE ME PASÓ A MÍ.
22 sept 2012
Si en mis últimos momentos me pidieran por
maldad recordar un instante preciso me recordaría aquel pasillo de arboles
gigantes que formaban una sombra nunca antes vista, caminando con dos colitas
en mi pelo y cantando “Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña” no
precisamente por lo feliz que me sentía ante tan terrorífico escenario sino porque
es el recuerdo mejor creado que pude lograr, no hace falta que sea cierto, de
hecho, quizás lo es, la verdad no importa, pero me río recordando esa película
de terror que viví caminando a los 3 años por las tierras patagónicas.
11 sept 2012
De repente verlos fue mas asombroso para ellos que para mi, ya no se revolcarían por el suelo nunca más, desde ahora volarían porque era su deber entregarse a mí. Como si hubiese sido tan fácil no? Ellos sacrificaron mucho por mi felicidad, ellos trabajaron día y noche, viajes interminables, sin descanso, por el medio muchas alegrías, el honor fue haciéndose su amiga, y yo celosa de tener que compartirlos con aquellas otras personas. Siempre supe que no sería única, pero los siento míos, los robé sin querer, pero siempre fueron para mí. De alguna manera, sí, fueron moldeados para mí, formados, estructurado, desde los primero a los últimos, estuvieron hechos para mí. Gracias por no descansar hasta llegar a ensordecerme, por seguir adelante por más obstáculos, gracias porque llegue a comprender con su llegada que nunca más estaría sola, gracias ángel mio, gracias grito desaforado, gracias manos intelectuales, gracias altura grande, gracias a cambios impresionables, gracias hoy al nuevo y gracias por aquel Chain Reaction que soñé alocadamente alguna vez.
Porque
simplemente no puedes, seguirle la corriente, a las sonrisas que te provocan en
los ratos libres. Porque no se puede soñar despabilado, y dejarlo ser, como tiene
que ser. Media rara la ocasión, media rara esa que sos vos. Raro pensás que es que nadie te
reprocha nada mientras lloras; es porque tu sonrisa todavía está y sorprende que esperes que alguien descifre lo que tu mirada
quiere regalar.
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