2 ene 2012


Soy como un niño con miedo, que se asusta con la verdad, el vaticano se inunda en oro, y yo lloro. Lloro porque ellos nunca van a tener lo que yo, los niños de áfrica, esos niños por los que nadie luchó. Y después hablas en nombre de dios?, El único dios que tienen esos niños son los pocos soñadores de hoy, que van a luchar por ellos hasta que sonrían, porque su sonrisa vale más que tu crucifico evaluado en más de un millón.