8 abr 2013


Desde hace unos años que no pedo parar de mentir. Sí, eso, a cada mañana me miento. A lo mejor no todas, de vez en cuando, más precisamente cuando tengo un sueño. Cuando uno de esos sucesos tan emocionantes que nos prepara el cerebro me hace despertar por las mañanas siempre es incompleto, SIEMPRE. Algunos, menores, siempre terminan teniendo un final, uno cualquiera, uno que no importa, pero cuando sueño algo extraordinario SIEMPRE falta ese final, siempre me levanto. Pero yo termino la historia, y siempre es con el final más lindo, sonrió en la cama, hasta alguna vez me reí, siempre me levanto feliz. ¿Me obligo a mentir al no completar mis sueños? Yo quiero creer sencillamente que mi cerebro me da un descanso o la oportunidad de ser feliz, 2 o 3 mañanas al mes, haciendo mi final, ese que no me animo a escribir todos los días.