26 abr 2012

No me mentías cuando querías dejarme sola, me dijiste que tropezón no es caída y que hasta los más chicos aprenden a caminar, me soltaste la mano. Aprendí a no confiar, me enseñaste que si era fuerte era libre, almas frágiles eran esclavas, hasta que un día consiguieran alas, para amarse, para amarse y ser un infinito, ser un caos infinito a la hora de volar, porque las almas frágiles serán libres no caminando sino CUANDO APRENDAN A VOLAR.